Así reaccionó un soldado en un Taco Bell después de que dos extraños entraran

Con mucha frecuencia, hay tantas personas que se miran el ombligo que se olvidan de mostrar algo más. Cuando sucede, queda claro cuán importantes son esos pequeños actos de amor. Nadie sabe esto mejor que Robert Risdon, un soldado que, al entrar en un Taco Bell a última hora de una noche lluviosa, vio a dos extraños que parecían un poco...raros. Cuando la realidad se hizo evidente, no perdió el tiempo para entrar en acción.

El teniente coronel del Ejército Robert Risdon se dirigía a casa cuando se dio cuenta de que tenía hambre. Era tarde, alrededor de las 9:30 pm, así que paró en el restaurante de comida rápida más cercano...una decisión que terminaría afectando a más personas de las que él creería.

Entró y fue recibido por la prisa de lo que significa una cena tardía. Gracias a la lluvia torrencial, todos en el restaurante parecían mojados, fríos y miserables. Por esto, cuando dos figuras empapadas entraron, no fueron recibidas con muchas sonrisas.

Robert vio al dúo ir de mesa en mesa, murmurando algo a cada cliente molesto, los cuales rápidamente los apartaron. Cuanto más se acercaban a la mesa de Robert, más curioso se volvía.

Pronto quedó claro que los extraños eran en realidad solo niños pequeños. Robert vio cómo el más alto de los dos chicos se metía las manos en los bolsillos. Era la hora de cenar, pero era obvio que no estaban allí para comer.