Después de salir de la piscina del gimnasio, un nadador notó que algo andaba mal

Hacer ejercicio en un gimnasio puede parecer intimidante para aquellos que no hacen ejercicio fuera de casa con demasiada frecuencia, pero ¿qué tan malo podría ser realmente? Bueno, aunque las toallas ásperas y un poco de espera para la prensa de piernas pueden ser fáciles de aguantar, un hombre de Utah aprendió de la manera más dura que no todos los viajes al gimnasio te dejan sintiéndote tan fresco. Cuando salió de la piscina en la noche, pronto se dio cuenta de que había cometido un terrible error, y que este viaje al gimnasio acababa de tomar un giro peligroso.

No es su estilo

Pero para Dan Hill, su 24 Hour Fitness local siempre había sido un lugar de refugio y comodidad. Pasó la mayor parte de sus días en el gimnasio en un esfuerzo por mantenerse en forma, aunque probablemente nunca verías a Dan levantando cosas pesadas, como otros aficionados al entrenamiento.

Nadador de nacimiento

En lugar de eso, Dan prefería nadar en la piscina del gimnasio, una excelente manera de mantener ese ejercicio cardiovascular sin perder el tiempo con esas terribles cintas de correr. Desafortunadamente, esta piscina en particular trajo un conjunto de inconvenientes.

Pool hogs

Es decir, la piscina se llenaba bastante durante el día, lo que obligaba a Dan a tener que esperar hasta que se abriera un carril. Sin embargo, después de un tiempo, Dan se cansó de esperar y decidió cambiar un poco su rutina.

Ir a nadar en la noche

Con 24 Hour Fitness abierto las 24 horas, Dan empezó a ir a nadar regularmente en la noche después del trabajo, para aliviar el estrés del día. Pero cuando Dan se presentó en el gimnasio de Sandy, Utah, la noche del 11 de enero, nunca anticipó la noche que le esperaba.